Esto sucedió el viernes. Por la mañana fui a hacerle una glucemia a un paciente, como hacía todos los días. Siempre le daba valores normales, por lo que nunca necesitaba insulina.
Resulta que esta vez le dio un valor alto, por lo que sí le tuve que poner insulina, y 6 unidades nada menos!
Resulta que fui a buscarle un bolígrafo de insulina, que ya quedó en su habitación para él, para que lo utilizara en su estancia en el hospital. La gracia es que se iría de alta pronto (en aquel momento no sabíamos que se iría esa misma tarde).
Más tarde, sobre las 12:30h, le fui a ver otra vez la glucosa en sangre... y esta vez dio normal. Me extrañó bastante que, después de días dándole valores normales de glucosa de repente le subiera, y que luego la volviera a tener normal 😐. Pues bien, cuando acabé de hacer la glucemia le digo que esta vez no necesita insulina...y ahí me agarra del brazo y se acerca a mi oído (su mujer estaba hablando por teléfono en una silla cerca nuestra), y me dice: "¿Sabes por que me deu a glucosa alta antes? Porque me comín unhas galletas🍪 pola noite". Acto seguido, se lleva un dedo a los labios. Juro que no me pude reír más, me lo contó tan bajito, como si fuera el secreto mejor guardado del mundo.
No sabía qué decirle, así que le pregunté un poco alto (porque el señor estaba, y sigue estando, bastante sordo): "¿Y quién se las dio, su mujer?". Rápidamente volvió a llevarse un dedo a los labios, con una expresión de susto 😨, dios, qué risa! 😂
Yo sabía que aquella señora (muy agradable) no le iba a dar a su marido comida que no estuviera en la dieta del hospital... Y bueno, me respondió: "Non, miña filla."
Luego se lo cuento a mi enfermera, a lo que dijo "Dios, no podía haberlo dicho antes?"
Un bolígrafo de insulina tirado a la basura 😔
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