Éste es más riguroso que el lavado normal ya que vamos a estar en contacto con estructuras internas del paciente. Si nuestras manos no están quirúrgicamente limpias, la probabilidad de transmisión de microorganismos va a ser mayor.
El procedimiento consiste en:
1) Abre el grifo humedeciendo las manos y codos.
2) Si las manos se encuentran visiblemente sucias, lávalas con agua y jabón y posteriormente con clorhexidina alcohólica.
3) Frota tus manos con esta solución, primero las palmas, luego pasa tu mano izquierda por el dorso, entre los dedos de la siguiente y viceversa.
4) Frota las palmas con los dedos entrelazados.
5) Frota rotando los pulgares con la palma de la mano opuesta
6) Con un cepillo desechable limpia las uñas.
7) Después de esto con movimientos rotatorios desciende por los antebrazos.
8) Al terminar esto enjuaga manos y antebrazo, cierra el grifo con el codo o con pedal si dispone de éste (importante ya que la villa es un gran reservorio de microorganismos).
9) Dirígete a la sala de operatorios con las manos en alto y sin tocar nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario