El objetivo de la inmovilización es disminuir la lesión que se padece y, sobre todo, evitar que aparezcan otras posibles lesiones secundarias. Para aplicar estas técnicas, hay que tener en cuenta una serie de parámetros como:
- Accesibilidad de la víctima: si podemos maniobrar fácilmente para realizar todas las técnicas de inmovilización.
- Situación clínica de las víctimas: estudiar sus signos vitales para saber qué se debe evitar.
- Disponibilidad de materiales.
- Número de personal sanitario disponible: que pueda atender ese caso, ya que para algunas técnicas se requiere la participación de varias personas.
TÉCNICAS BÁSICAS.
- COLLARÍN CERVICAL. Lo primero de todo es descartar que haya lesiones en la zona del cuello y de la cabeza. Una vez, realizado ese pequeño paso habrá que colocar la columna vertebral recta, pedir a alguien que sujete de manera firma la cabeza del herido, retirar el pelo o cualquier accesorio que pueda intervenir en la colocación del collarín y tapar cualquier posible herida en esa zona. A continuación, fijamos el collarín con las sujeciones, sin comprimir en exceso pero sin que el este llegue a quedar suelto.
- INMOVILIZADOR DE CABEZA. Se emplea de manera complementaria al collarín y a la camilla o el tablero espinal para conseguir una completa inmovilización cervical. Se empela sobre todo en pacientes en los que se sospecha que pueda tener un traumatismo craneoencefálico. Debemos descartar hemorragias en el oído; una vez descartado colocaremos el collarín cervical, y después la base del inmovilizador sobre la base de la cabeza de la camilla, fijándola con las tiras de velcro. Ahora se fijarán las dos piezas trapezoidales suavemente y fijaremos las correas que sujetan la cabeza colocando primero la de la barbilla y luego la de la frente.
- INMOVILIZACIÓN ESPINAL. Para inmovilizar la columna vertebral utilizamos un inmovilizador de Kendrick, que nos permite además, la inmovilización de pacientes atrapados como podría ser el caso de un paciente dentro de vehículos. Tendremos que inmovilizar el cuerpo con sus tres cintas. Dichas cintas se colocarán a la altura de: cabeza, abdomen y miembros inferiores (por encima de las rodillas). A veces, incluso, pueden tener más cintas para aportar así, una mayor sujeción del paciente.
- INMOVILIZACIÓN DE EXTREMIDADES. Este tipo de inmovilización se llevará a cabo cuando un paciente presenta una fractura o tengamos sospecha de que pueda presentarla. Comprobamos si se puede inmovilizar la zona sin dolor o no. En caso afirmativo, debemos cortar la ropa de la zona si es necesario y despejarla totalmente, seleccionaremos la férula que se adapte más al tamaño de la extremidad, tomaremos el pulso radial o el pulso medio, comprobaremos la sensibilidad de la zona afectada y colocaremos la férula adecuada en cada caso. Existe una gran variedad de inmovilizadores para extremidades como extremidades haya, es decir, hay para brazos, para piernas,....
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